Erase una vez, un equipo de baloncesto de una gran ciudad, el equipo de la capital del mundo. Un equipo con un museo de la historia reciente por pabellón y toda una galería de estrellas andantes por afición. Fama y prestigio como testigos de una franquicia curtida de tanto andar por el desierto; solo dos títulos en su haber que fechan de cuando Phil Jackson todavía jugaba (1970 y 1973). Orgullo azul y naranja obligado a resignarse año tras año ante sucesivos desengaños. Circos demasiado vistos entre idas y venidas veraniegas; todo signo de estabilidad nos engaña, los malabares jamás paran quietos. Ni después de una temporada «existosa».
Conscientes del escaso margen salarial, los amigos de Spike Lee y compañía han movido ficha para reforzarse en el clásico baile vacacional del mercado. Como todos los años, ha habido franquicias que se presentan fuertes para la siguiente campaña, otras que han sufrido y mucho las migraciones de sus estrellas y, luego, están los Knicks: raros, como siempre.
Ya a finales de Junio, se empezó a rumorear con un posible trade que llevaría a Bargnani a NY y la gran mayoría de knickerbockers que aparecen en nuestra TimeLine de Twitter expresó su malestar con el posible intercambio entre equipos. Esos mismos -mayormente.- que luego se han dado con el canto en los dientes al ver el traspaso realizado en plan: «sí, no es mal jugador y aportará una dimensión nueva al equipo». Claro, a Bargnani regalado no le mires el dentado.
Bueno, el traspaso incluyó a Marcus Camby, Quentin Richardson y Steve Novak, y visto lo visto no parece tan grave. El único que llegó a sumar fue Steve Novak desde la línea de tres y, en algún momento, Marcus Camby aportó fuerza al juego interior. De aquí lo de Bargnani regalado.
Ahora el ala-pívot italiano tiene dos años de contrato a $11 millones el año aprox., pero el segundo año tiene opción de cancelación, así que podría quedar liberado si lo desease, pero tampoco es una gestión negativa: andan cortos de rebotes y Andrea de eso no entiende mucho, pero visto lo visto… Bienvenido a nuestro circo.
En los trapecios de este mismo, encontramos a Raymond Felton y Iman Shumpert. Felton, un jugador que puede dar otro aire al equipo. Buen penetrador con experiencia como base, un líder sin corona en este equipo. Shumpert, un joven recuperado de una grave lesión con hambre de victoria; un trapecista que llega cada Octubre con sobrepeso y un saltimbanqui macarrilla.
Como en todo buen show que se precie, aquí llegan las fieras. Lo que preocupa más es que se haya firmado a JR Smith -guardad los puñales-. Sí, es una gran chorrada hacerle un contrato de unos $24 millones a 4 años a un jugador tan inestable y más cuando se anuncia una importante operación que le tendrá hasta 16 semanas de baja. Se espera que esté para principio de temporada, pero ¿Cómo? JR es un buen jugador si está en racha, si es fuego. Tiene que estar en óptimas condiciones para poder explotar el recurso físico del salto y la carrera al contraataque y, si va flojo de sensaciones positivas, dudo que pueda tirar con la mente clara… Y ya sabemos de que pie calza y qué tal es la selección de tiro de JR Smith.
En este caso, aumentar el salario a un año fijo y un segundo año de contrato con Team Option hubiera sido lo más inteligente, posiblemente.
Y la auténtica preocupación: Amar’e Stoudemire. ¿Alguien ha visto escrito algún rumor que situara al PF americano lejos de NY? No y eso es lo que preocupa.
Llegó en 2010 y resucitó al equipo con 25.3 puntos, 8.2 rebotes y 43%FG de media por partido. Todo iba sobre ruedas con D’Antoni y el Run&Gun que tan bien le había ido en Phoenix. Pero ¿dónde está ahora Mike d’Antoni? ¿Dónde queda el Run&Gun?
STAT ha estado sin ritmo y casi sin minutos desde que se lesionó. Un ego alimentado por 20 millones de dólares al año en el cuerpo de un jugador que no va a ser el centro del equipo. El tigre loco del circo, una bestia indomable.
En el esquema táctico, Amar’e es casi un lastre: tiene que jugar con lo que cobra y con lo buen jugador que es, pero hay que mover piezas. Carmelo estaba jugando de 4 falso y esa es la posición que ocupa Stoudemire, dejemos a Melo como un 3 puro, aunque desaprovechamos su cuerpo y la capacidad para sacar tiros de media distancia. La otra opción sería que jugara de C, en la posición de Chandler y pierdes peso y centímetros al retirar la pieza angular de la defensa. No sé yo, cuando Woodson dijo que habría momentos en los que la pareja interior sería Bargnani – Carmelo, ¿hasta que punto va a poder brillar Amar’e?
No decimos que no sea un gran jugador, pero es muy difícil que rinda a su máximo nivel. Claro que tener a Stoudemire para ser un jugador con un rol limitado es un lujo, pero para la cabeza de un jugador como él, no.
Pensadlo, le quedan dos años más de contrato, con opción de jugador para el segundo año, así que podría pasar a ser Free Agent el próximo verano si no le gusta como va la cosa. De este modo, los Knicks perderían una gran oportunidad de sacar algo por él.
No es que no vaya a funcionar, hay grandes especialistas en este circo; estrellas con fecha de caducidad. Este proyecto no termina de cuadrar y Stoudemire, Bargnani y Carmelo pueden ser agentes libres para el verano de 2014 si les place. Si una desbandada general sucediera, sería algo raro, inusual; un payaso que se quema al hacer malabares con fuego en el circo más raro del mundo.
Jaume Tarragó
@JSemao